El año 2020 dejó una cifra de 58 femicidios. Es decir, 58 mujeres que fueron asesinadas por un hombre, por el solo hecho de haber sido mujer. Esa cifra está lejos de mejorar: al 26 de febrero de 2021, en Chile se registran 10 femicidios consumados, siendo el último el de Damaris Ana Meliñir Llanqui en Temuco.
Desde ese punto, uno de los desafíos más importantes que hemos tomado como eje es impulsar y acelerar un cambio cultural que les permita a las mujeres, primero que todo, vivir una vida libre de violencia y también reducir o eliminar definitivamente las brechas de género que aún persisten.
En los últimos años las políticas públicas a nivel país han avanzado en el enfoque de equidad de género, pero en Casablanca no han seguido el mismo ritmo y se han estancado. Hoy queremos revertir eso con una comuna respetuosa y digna para la mujer y libre de violencia.
Buscamos impulsar y acelerar ese cambio cultural, tan necesario, para terminar con los estereotipos y avanzar en la construcción de una sociedad más justa e inclusiva.
Para lograr eso, en nuestro programa municipal, que puedes revisar AQUÍ, hemos incluido, primero, fortalecer la labor de la actual Oficina de la Mujer, con un equipo técnico y profesional especializado, que tenga una nueva mirada y ejecute acciones que vayan en beneficio de potenciar sus capacidades.
Además, para ayudar a combatir a la violencia intrafamiliar y de género y asistir a sus víctimas de forma eficiente y oportuna, se incorporarán canales de comunicación y educación, así como de denuncia y ayuda; protocolos de derivación con redes de apoyo e instancias de asistencia ante la vulneración de derechos que vayan de la mano con los canales de información ya existentes.
Con ello, es vital la creación de un Centro de la Mujer con recursos disponibles sectorialmente vía Sernameg, el que requiere primero un nuevo diagnóstico comunal sobre violencia intrafamiliar.
En estos meses hemos realizado encuentros con nuestros vecinos y vecinas a través de cabildos comunales, quienes en estas instancias nos han relatado sus preocupaciones: violencia en el pololeo, precarización de la vida laboral, bajos índices de denuncias, conductas patriarcales, entre otros. Asimismo, hemos acogido las sugerencias de organizaciones de la comuna como Mujeres Poderosas.
En Casablanca necesitamos avanzar en un proyecto con una estrategia y capacidad humana y profesional en materia de orientación y apoyo biopsicosocial y jurídico, salud, educación, protección, reivindicación social y legislación y promoción de políticas de género que queremos construir.